Mr Stevens es el mayordomo de Darlington Hall, una de esas antiguas casas inglesas llenas de habitaciones y pocas personas para ocuparlas, las viejas casonas llenas de tradiciones de los lores ingleses. Sirviendo al último Lord Darlington, Mr Stevens es testigo de las reuniones que se suceden en sus habitaciones, donde se codean prestigiosos hombres de la época previa a la Segunda Guerra Mundial, con la capacidad de decidir el futuro de la humanidad, para bien o para mal. Su trabajo se prolonga durante el tiempo de la guerra y luego de ella mientras él rememora su vida, haciendo su objetivo principal, ser el perfecto mayordomo, aunque eso signifique dejar de lado sus sentimientos y su vida personal. Lo importante es que la casa bajo su comando se maneje a la perfección, todo lo demás es secundario.
Por momentos, Mr Stevens parece el robot perfecto, y en ese momento aparece Miss Kenton, que en su papel de ama de llaves - o al menos cabeza de las empleadas de menor jerarquía - es como el contrapunto humano del mayordomo, que si bien hace su trabajo a la perfección, no puede evitar anteponer los sentimientos que parece tener a flor de piel.
Este es el segundo libro que leo de la pluma del Premio Nobel de Literatura del año pasado, su estilo tal vez por momentos muy pausado es sin embargo imposible de dejar de lado.
Emma Thompson y Anthony Hopkins personifican a Miss Kenton y a Mr Stevens en la película basada en esta imperdible novela. |