miércoles, 28 de agosto de 2019

El fantasma de Marilyn. Lorena Franco

Es simpático, después de no escribir en mucho tiempo, ahora les estoy trayendo mis reseñas de libros tres días casi seguidos, es que los dos libros anteriores los leí al mismo tiempo y este tercero, fue bastante cortito, así que a lo mejor me animo a agrandar de nuevo el número de libros que espero leer este año, de 25 al 30, como anteriormente tenía registrado en Goodreads.
Pero, vayamos al libro que terminé y que es el motivo de esta entrada. Su titulo super sugerente, El fantasma de Marilyn fue el que desde un principio me atrajo para aventurarme a leerlo, y si bien, fue una lectura refrescante y entretenida, enserio, hubiera esperado más, especialmente de parte del fantasma. Yo esperaba una Marilyn mucho más traviesa e inquieta, que le metiera en apuros a Pam, una joven con aspiraciones a ser actriz de Hollywood, tampoco es que me hayan gustado algunos detalles del final, pero ese es otro cantar.
Leer este libro me hizo acordar de una novela que leí hace mucho, escrito por una de mis escritoras favoritas en materia de lo que suelen caratular como chick-lit o literatura para chicas. Me refiero a Twenties Girl de Sophie Kinsella, donde el fantasma de una mujer ya anciana se manifiesta pero como si fuera una chica de veinte años, que es por lo tanto inquieta y muy juguetona, caprichosa, todo lo que no vi en la Marilyn que presenta este libro. Por cierto que, al acordarme del libro de Sophie Kinsella no pude resistir a la tentación de leerlo otra vez, algo bastante inusual para mí porque, por lo general sólo tengo tiempo de leer una vez cada libro y no lo releo aunque me haya encantado, pero hice una excepción con este libro porque se me hacía necesario rememorarlo y volver a disfrutarlo y en eso estoy ahora.
Pero, aunque me hubiera gustado ver más color en Marilyn, admito que me gustó esta historia que se lee bastante rápido.


lunes, 26 de agosto de 2019

El arte de conducir bajo la lluvia. Garth Stein

Hacía mucho tiempo que este libro formaba parte de mi lista de libros que quiero leer, pero tan sólo hace poco pude acceder a él y a tiempo para poder ver su adaptación cinematográfica que esta por estrenarse pronto. Esta es la historia de Enzo y de la familia con la que vive, y Enzo es un perro, un perro que sabe que si cumple bien sus funciones como perro, cuando muera, podrá convertirse en humano. Pero leyendo este libro - y todavía estoy llorando - pareciera que Enzo no necesita convertirse en humano, es un ser mucho más sabio que cualquiera de los humanos que lo rodean, sólo que no puede decir lo que piensa porque, bueno, es un perro.
Su amo, Denny es piloto de carreras, y la sabiduría de Enzo está profundamente empapada de las lecciones que va aprendiendo mirando las carreras de fórmula 1 con su dueño, adora la adrenalina y sabe que lo importante es no dejarse vencer, y conoce el secreto de conducir bajo la lluvia. Ayrton Senna es su ídolo. Su sabiduría es digna de un libro de autoayuda y si se quiere mejor que muchos de esos libros y lo digo enserio. Escuchar como hace Enzo podría enseñarnos muchas cosas.
Lloré mucho y lo sigo haciendo, no puedo decir nada más, sólo léanlo, escuchen lo que Enzo tiene para contarles

domingo, 25 de agosto de 2019

El cielo es azul, la tierra blanca. Hiromi Kawakami

Después de muchos intentos fallidos y que nada lograra atraparme, encontré este libro y lo pude leer hasta el final. Me llevó bastante tiempo, aunque el libro en sí no es largo, pero logré terminarlo. Lo simpático es que mientras lo leía, pensaba en otra novela escrita por la misma autora que tenía anotada como pendiente, sin darme cuenta y sin saber que en realidad, estaba leyendo precisamente ese libro y es que "El cielo es azul, la tierra blanca" en inglés está traducido como "Strange weather in Tokyo", un libro que me atraía por su simpática y curiosa portada, tan distnta a esta edición. En fin, los dos son el mismo libro, Sensei no Kaban.
Si bien es una historia de amor, no es la típica historia melosa a la que estamos acostumbrados sino un relato que se construye poco a poco, a veces de manera demasiado lenta. La amistad como base del amor entre una mujer de unos treinta y pico de años y su antiguo profesor del Instituto, un hombre mayor, de unos 70 años de edad. Su relación, un tanto extraña, se va tejiendo entre platos de comida, mucho sake y el devenir de las estaciones, de la lluvia, el viento, el verano, el invierno, las hojas que caen, las flores de cerezo en plena floración. Y aunque su desenlace me resultó predecible, igualmente logró conmoverme, quizás debido a que sus personajes son tan cotidianos, tan humanos, con sus defectos y virtudes.
Esta es una historia que si se tiene la suficiente paciencia para leer hasta la última página, y aunque da la impresión de que no pasa nada extraordinario, se puede convertir en una hermosa historia de amor. Su belleza, creo yo, radica precisamente en esa falta de situaciones extraordinarias,  que le puede pasar a cualquiera.