viernes, 28 de junio de 2019

Tales of old Japan by Lord Redesdale, Relatos del viejo Japón

Continuando con los audiolibros, el siguiente libro que pude escuchar es una antología de antiguos relatos japoneses compilados por Lord Redesdale (Algernon Bertram Freeman-Mitford, mejor conocido bajo el nombre de A. B. Mindford). En su libro, escrito en 1871, se reúnen antiguas historias que tocan diferentes aspectos de la vida del antiguo Japón. El libro sirve como material interesante para introducirnos a tan rica literatura. 
Los antiguos relatos, posiblemente transmitidos de generación a generación, reunen historias de hombres honorables y valientes, como los 47 ronin, o de seres de poderes sobrenaturales, todos con un sentido moral y de enseñanza, todos describiendo valores que buscan cimentar la vida cotidiana con sus ejemplos tan bellamente contados que parecen las viejas y delicadas pinturas realizadas sobre la fina seda. 
Una hermosa compilación ideal para deleitarse en un mundo que parece muy lejano y a la vez muy cercano y humano. 
Sin lugar a dudas, se puede decir mucho más acerca de estos hermosos y milenarios relatos, cada uno tiene su especial belleza y mensaje, pero más que decir algo sobre ellos, prefiero invitar a mis seguidores a escucharlos o leerlos, les aseguro que se van a deleitar. 

jueves, 27 de junio de 2019

Mi experiencia con audiolibros y algunas reseñas de lo que he leído últimamente

Varios libros después, vuelvo a sentarme a escribir aquí.
Para ser sincera, el último libro de Murakami que cayó en mi poder, El elefante desaparece, no pasó la prueba, no lograron atraparme los relatos cortos del libro, uno distinto del otro, cada uno un mundo de imaginación que no logró conquistarme pese a que me estoy volviendo fan de Murakami.
Empecé a leer otros libros que duraron a penas una página y no captaron mi interés, y como últimamente, tengo poco tiempo para sentarme y relajarme con un libro físico, decidí ponerme a buscar una aplicación de audiolibros para utilizar en mi teléfono. ¿Trampa de lectora? Podría ser, pero gracias a esto tengo esperanza de llegar al fin a mi olvidada meta de 30 libros este año, una meta que, temiendo no llegar ya había reducido drásticamente a 20.
Y cual fue mi experiencia, bueno, empecé con una aplicación y fui saltando a otras debido a que fallaban o no se abrían más, con la primera aplicación, antes de que falle - la primera app que bajé fue audiolibros.com - logré leer o escuchar todo Mansfield Park, de Jane Austen y luego pude escuchar una pequeña colección de Cuentos de Hadas del Japón, 3 relatos antiguos. La aplicación no dió más de eso. Bajé otras dos que también tuvieron problemas hasta que logré dar con la que de momento estoy usando.
Volviendo a los libros, qué puedo decir de un libro tan conocido como Mansfield Park, quizás sólo mi humilde opinión. El libro, al más puro estilo de esta adorada escritora, es una crítica a las convenciones sociales de su tiempo, una época dónde la renta y las conexiones son mucho más importantes que los sentimientos a la hora de buscar pareja. Fanny , su heroína, es muy distinta a las audaces y hasta rebeldes protagonistas de sus otros libros, ella, es casi transparente y en este libro, los que verdaderamente cobran vida son los personajes secundarios, cada uno representando alguna postura moral o social distinta del otro. En fin, les confieso que sin el audiolibro jamás hubiera logrado terminar el libro, que es ciertamente un tanto tedioso, perdón Jane Austen.
Siguiendo con el siguiente libro que he logrado terminar de esta manera, es decir, escuchando, encontré un libro  compilado por Yei Theodora Ozaki, titulado Japanese Fairy Tales, donde se reunen tres historias que seguramente son muy antiguas y que se han contado de generación en generación por muchos siglos. Los relatos, aunque fantasiosos quizás, siempre contienen una enseñanza moral, la importancia de hacer el bien, el premio por las buenas acciones y el castigo por las injusticias. Historias sencillas y muy bonitas que realmente me cautivaron.
Y en mi gran afán de conocer más sobre esta rica cultura, estoy leyendo o mejor dicho escuchando otros libros que también reúnen antiguas historias, pero de eso les hablaré más adelante, de momento, espero que tengan un buen pasar y nos vemos en la próxima reseña, espero que pronto.

jueves, 13 de junio de 2019

Les debo varias reseñas

Por circunstancias personales, hace mucho que no puedo sentarme a escribir aquí y como consecuencia, les debo varias reseñas, y sospecho que les seguiré debiendo, al menos, las reseñas individualizadas a las que les tengo acostumbrados. Terminé varios libros en este proceso, bueno, 3 por ahí, incluyendo otro libro de Murakami, uno de Kawabata y otro más, totalmente distinto a lo que estoy leyendo útlimamente. Así que para no deberles tanto, les comparto aquí una reseña casi general de lo que leí en este largo tiempo de silencio.
Si voy a seguir un orden cronológico de estas lecturas, tengo que empezar por Kawabata, premio Nobel y clásico escritor japonés. Fue la primera vez que leí uno de sus libros, así que no podría, aunque quisiera hacer un juicio general de sus obras, sólo del libro que leí, y lo que leí fue Bailarinas, la historia de una madre y una hija que se dedican a la danza clásica en el Japón de post guerra, ocupada por Estados Unidos. En esta novela hay más dialogo que sucesos, y en toda la obra se siente una sensación casi poética, le da tiempo al que lee de apreciar la belleza del cielo, el viento que sopla, el suave murmullo del agua y la vorágine de pasiones que se esconden bajo apariencias, una experiencia diferente y una invitación a conocer más sobre la literatura japonesa que en cierta manera está muy lejos de mi alcance, puesto que son pocos los libros que he podido conseguir de su rica e infinita variedad.
              Sin lugar a dudas, cuando buscas autores japoneses, que es mi obsesión últimamente, lo confieso, y es que estoy enamorada de esta riquísima y ancestral cultura y de sus hermosos paisajes aunque nunca pise su suelo, lo más fácil de conseguir es un libro de Murakami, y después de los libros que leí, le tocó el turno a un libro cortito que se termina casi de paso, me refiero a After Dark, que cuenta la historia de Mari, una chica que ha perdido el tren de vuelta a su casa y que piensa pasarse la noche leyendo en un restaurante, es así como pronto y a su pesar, porque ella quiere leer, se ve envuelta con personajes nocturnos que resultan tan humanos como ella y por otra parte, está la historia de su hermana Eri que duerme un sueño que no parece natural, mientras que desde la pantalla de un televisor que no está enchufado, se reproducen perturbadoras imágenes. Murakami una vez más nos muestra su habilidad para crear situaciones que se salen de lo cotidiano, que te hacen sentir que hay algo más de lo que vemos y sentimos, con su relato te va metiendo en sus mundos inventados donde todo puede suceder
          Y en una pausa a los escritores japoneses, leí un libro de otra premio Nobel, esta vez la escritora rusa Svetlana Alexievich, que con su libro La guerra no tiene rostro de mujer nos presenta la otra cara de la guerra a la que la historia y la literatura nos tienen acostumbrados. Ella recoge en este libro inolvidable y a la vez desgarrador, el testimonio de las mujeres rusas que con apenas 18 años o menos fueron al frente de batalla a defender su patria, ellas fueron francotiradoras, pilotos de avión, enfermeras, cirujanas, camilleras, de todo, dejaron la seguridad de su casa y se vistieron como soldados para defender su país. Un libro que dificilmente se pueda olvidar.
Y ahora, elegí otro libro de Murakami, a ver que tal. Estoy empezando desde hoy El elefante desaparece, después, si Dios permite, les cuento.
Pero antes de despedirme, debo confesar que me olvidé de hablar del libro que más me gustó leer en esta época de silencio, me refiero a Sakura de Matilde Asensi, que quizás se merezca una reseña aparte, de momento les diré que en ese libro se juntaron dos de los temas que más me  fascinan, Van Gogh y Japón ... Un libro de esos que, por un lado querés saber que pasa y por otro no querés que termine nunca