miércoles, 24 de abril de 2013

Eva Luna y Los cuentos de Eva Luna. Isabel Allende

Eva Luna era una pobre niña huérfana que tenía la habilidad de contar historias inventadas por ella. Sus cuentos son tristes, con un brillo de magia, sazonada de erotismo y a veces, también, lo paranormal. Leer cualquiera de estos cuentos, es perderse en un mundo paralelo donde todo es posible. No sé si de ellos se puede rescatar alguna enseñanza o moraleja, pero no me caben dudas de que son el retrato desnudo y a todo color de las pasiones humanas, sentidas con toda intensidad.
Aun me encuentro leyendo la novela de la cual se originan estos cuentos, pero ya puedo decir que la vida de Eva Luna es muy similar a sus cuentos. Esta cargada de situaciones inverosímiles e inimaginables que solo pueden ocurrir en el mundo mágico y alegórico típico de la literatura latinoamericana. La pluma experta de Isabel Allende sabe retratar con maestría la vida y los sentimientos de sus personajes, tan humanos que parecen cobrar vida ante el lector, contando de tiempos pasados, de dictaduras, de revueltas y de la sangre misma de la tierra en el sufrimiento de sus habitantes.
Esta es una lectura recomendada y obligada para quienes quieren conocer más de la Literatura Latinoamericana contemporánea y en particular del repertorio de esta escritora que nunca deja a sus lectores indiferentes. Lo digo por experiencia, y es que cuando leí "La casa de los espíritus" me resultó tan repulsivo y odioso Esteban Trueba  (uno de sus personajes cumbres) que casi dejo de leer el libro, pero luego la novela me atrapó y pude leerla completa. Mal puede uno decir que conoce de literatura latinoamericana si no se ha perdido nunca en una de las novelas de esta escritora chilena.


martes, 23 de abril de 2013

Julieta piensa: Felíz día internacional del Libro

Hoy es el día internacional o mundial del libro y si me preguntan realmente me cuesta elegir un solo libro como mi favorito para mencionar este día, hay tantos y tantos que aun me quedan por leer. Leer es lanzarse a una aventura que no tiene límites y donde todo es posible, leer es riqueza. Y tantas cosas más, espero que hoy pasen este día leyendo un libro que les inspire, sea de la clase que sea.
¡FELIZ DIA DEL LIBRO!


domingo, 14 de abril de 2013

La historiadora. Elizabeth Kostova

Cuando empecé a leer este libro, mis conocimientos sobre Drácula se limitaban a pequeños vistazos de viejas películas y la lectura al paso de una publicación acerca del personaje histórico que inspiró la leyenda, y sucedió que, mientras leía la novela, vi la última versión animada inspirada en él. Pixar, para su película "Hotel Transilvania" se encargó de pintar a Drácula como un padre amoroso y sobreprotector, dispuesto a todo para proteger a su hija de quienes considera los verdaderos monstruos, los humanos. Toda la crueldad de Vlad Teppes se ve desdibujada en la ternura y simpatía de este personaje de animación.
Para La Historiadora, Drácula era real y no estaba completamente muerto, era un muerto viviente. Estaba aún vivo entre las sombras, dejando sus huellas en pergaminos y libros antiguos, capaz de secuestrar y con un ejército de seguidores que lo ayudaban en sus propósitos.
La lectura fue realmente lenta. A veces el relato parecía estático, aun cuando sus personajes se movían de un lado a otro, por países y a través del tiempo, persiguiendo y siendo perseguidos. La parte que más risa me dio fue cuando amenazaron a un oscuro bibliotecario - perteneciente a las huestes del tenebroso Conde - con una cruz y este se retorció de terror, aquello se me antojó una película cómica. Pero la gota que colmó el vaso fue que, además de que casi todos los personajes empezaron a transformarse en muertos vivientes, la raíz de toda la historia es que Drácula solo buscaba alguien que le organizara sus libros....¡Pero, por favor!
Pero curiosa como soy, no pude evitar echarle una hojeada a la página online sobre esta novela, donde se anuncian juegos basados en ella. Lástimosamente, aunque encontré la página, no pude jugar ningún juego.
Si por ahí tienen más suerte que yo al respecto, el link es http://www.lahistoriadora.com/
No quiero desconocer el mérito de la escritora al reunir tantos datos interesantes, muestra de su gran conocimiento en la materia, pero me resultó una novela demasiado larga y tediosa, una pérdida de tiempo para luego caer en el absurdo, pero esa es sólo mi humilde opinión, seguramente otros encuentren esta novela muy interesante y yo respeto su parecer.
En cuanto a la película animada de Pixar de la cual les hablaba, esa sí que se las recomiendo, se van a reir mucho y la van a poder disfrutar en familia.



viernes, 12 de abril de 2013

Julieta piensa: se busca, segunda parte

Y de esa manera, con contundentes gotas por todas partes, la lluvia convirtió mi nuevo departamento en un lugar inhabitable.
Pero antes de eso, pude encontrar al dueño de mi peludo amigo. Sucedió un par de días después, cuando empezaba a preguntarme qué nombre ponerle o a qué amiga le gustaría tener un gato por mascota. Estaba de compras en una despensa que quedaba cerca de mi nueva casa, tratando de decidir entre comprar galletitas dulces o un tubo de papas fritas cuando alguien se acercó a mi por detrás.
- Disculpa. - dijo.
Me di la vuelta para encontrarme con un hombre muy alto a quien con mis modestos un metro sesenta y cinco debía llegarle a la altura del pecho. De hecho tuve que levantar la cabeza para mirarlo. Alto, delgado, cabello oscuro y lacio, bien corto, nariz recta y bien perfilada, labios finos.... Parecía sacado de una revista de modas o de alguna película. Estaba vestido con vaqueros bien ajustados y una remera gris que dejaba al descubierto sus brazos musculosos. (Ay disculpen esto se acaba de convertir en una novela rosa, porque no voy a negarlo, por dentro lancé un suspiro al notar sus ojos azules que sonreían y observaban como si quisiera leer todos mis pensamientos)
- Disculpa - dijo una vez más - el dueño de la despensa me dijo que eres quien puso los avisos sobre un gato extraviado.
- Sí, fui yo. - asentí.
- Resulta que el gato de la fotografía es mi gato.- anunció - Llevo días buscándolo. - sacó su billetera y se puso a buscar algo en ella, me mostró una fotografía donde aparecía un felino muy parecido a mi inesperado huésped... - Al decir verdad, el gato es de mi madre pero me encargó que lo cuidara mientras ella esta de viaje, se fue a Europa por dos meses. Ella todavía no sabe que Ricky se escapó, no sabía como darle la noticia.
- ¿Se llama Ricky? - pregunté.
-Si, es su nombre y yo me llamo Ricardo, por cierto.
No se como me aguante para no reírme en su cara. El sonrió, casi sonrojado.
- Si, creo que mi madre esta obsesionada con ese nombre.
Claro que un tenía ciertos reparos de que estuviéramos hablando del mismo gato, pero por algún motivo, le creí, y si mi siguiente paso fue llevarlo a mi departamento para que lo viera con sus propios ojos. El me siguió muy de cerca por el corto trayecto que separaba la despensa de mi departamento. Me contó que estaba viviendo temporalmente en la casa de su madre pero estaba buscando un lugar donde vivir y que acababa de llegar de Inglaterra a donde había ido a estudiar.
Cuando llegamos, lamenté el estado caótico de mi vivienda. Me había visto obligada a resguardar todas las cajas bajo una enorme carpa que encontré en el baño y aun así algunas se habían mojado. Tenía recipientes de cocina por todo el piso, ya vacíos de agua pero puestos de manera estratégica a fin de esperar las próximas lluvias. Parecía una zona de guerra. Me tuve que disculpar.
- ¿Tienes goteras? - dijo y estuve tentada a decir que no...
Fui a buscar al gato a lo que con suerte sería alguna vez un dormitorio pero seguía siendo un desorden de cajas, ropero, cama y más envases esparcidos a la espera de lluvia. Ricky, si ese era su nombre se había vuelto a esconder en las profundidades del armario, así que no me fue dificil encontrarlo. Lo alcé pero  él decidió que no quería estar en brazos, así que me ví obligada a perseguirlo por toda la habitación. Ricardo, al escuchar el alboroto, pidió permiso y entró a mi cuarto, atrapando, no sin esfuerzo a su temperamental mascota. Y pueden decir ustedes que acepté sin reparos que el gato era efectivamente suyo, pero aunque el gato no pudiera decir, este es mi dueño o, no este es un impostor, parecía sentirse a gusto en los brazos de Ricardo y al comprarlo una vez más con la foto que éste acarreaba en su billetera, no pude sino afirmar que era el mismo felino.
- ¿Cuanto pides por haberlo cuidado? - me preguntó.
- ¿Por cuidarlo? No, nada.
- Pero seguramente tuviste que darle de comer y te dio trabajo.
- Fue una buena compañía.
Ricardo insistió y yo volví a negarme, y entonces preguntó si aceptaba una invitación a almorzar.Como bien imaginan, mi respuesta fue sí. Y así quedamos en encontrarnos al día siguiente. Dijo que pasaría por la puerta de mi departamento a las 11 y media.
- Espero que te guste la comida italiana.
.... Como dicen en la televisión, esta historia continuará.

miércoles, 10 de abril de 2013

Lios Shakesperianos: Los dos Hidalgos de Verona (The two gentlemen of Verona)

Volviendo por unos instantes al presente, les cuento que al fin - en medio de otras lecturas y locuras - logré terminar la segunda obra contenida en el libro Obras Completas de William Shakespeare. Estuve leyendo Los dos Hidalgos de Verona o Los dos caballeros de Verona, según quieran traducir The Two Gentlemen of Verona. 
Esta obra teatral, que según mi parecer es más conocida que Trabajos de amores perdidos, cuenta la historia de dos amigos, Proteo y Valentín, procedentes de Verona que se reencuentran en la Corte del duque de Milán. Antes de partir de su Verona natal, Proteo estaba perdidamente enamorado de Julia, quien le correspondía, en cambio Valentín desconoce aun los efectos del amor y recién es prisionero de esos sentimientos al conocer a la hija del duque de Milán. Pero ocurre que cuando Proteo se une a su amigo en la mencionada corte, este también se queda prendado de la belleza de Silvia, la hija del duque, es así como una vez más el amor es el causante de confusiones y sin sabores, es decir la fuente de todos los males. Y para complicar aun más las cosas, la novia de Proteo, Julia, también acude a la corte de Milán y es testigo del cambio producido en su Proteo.
Proteo se debate entre la fidelidad a su amigo y al viejo amor por Julia que parece desvanecerse ante la pasión que logra engendrar en el la hija del duque. La pasión parece ganarle a la cordura y parece justificar los más torcidos planes. 
Shakespeare demuestra una vez más su profundo conocimiento del alma humana y las pasiones que la dominan.Y esta obra es tan actual como atemporal, pudiendo haberse desarrollado en cualquier parte y en cualquier época, pues los seres humanos no hemos cambiado gran cosa desde la época en que la brillante pluma del dramaturgo inglés le diera nacimiento. 

viernes, 5 de abril de 2013

Julieta piensa: se busca, primera parte

Hola amigos, siguiendo con la historia del gato, como les conté, después de fotografiarlo pacientemente - porque no quería quedarse quieto y muchas veces se escondía en las profundidades del ropero en el momento justo de hacer click con la cámara del celular - alcé las fotos a la computadora y redacté  un corto anuncio de "gato perdido", o debería decir "dueño de gato perdido/se busca". Cuando terminé mi anuncio y lo imprimí afuera empezaba a la mañana y me di cuenta que mi peludo intruso me había mantenido despierta toda la madrugada, y claro, ahora el muy fresco se había transformado en una pelota y dormía placidamente en la profundidad del mueble donde se suponía debía guardar mi ropa. No quería pensar en las olorosas consecuencias de este problema, no, para nada.
Decidí darme una ducha y luego desayunar. Estaba de vacaciones, es verdad, pero como había prometido ayudar a mi madre en su negocio de libros usados, igual tenía que vestirme y luego irme a buscar a mi progenitora....Un momento... Juraba que si hacía más silencio, escucharía los ronquidos del gato. ¿Los gatos roncan? Bueno, no tengo idea, pero comprendí enseguida que no podía dejar todo mi departamento a expensas un animal tan escurridizo. Así que resolví llamar a mi madre y explicarle el problema de cuatro patas que tenía. Miré el reloj, aun era muy temprano, cerca de las seis y media, pero estaba segura que mi madre estaría ya despierta, preparando el desayuno para ella y mi padre y preparándose para ir a su negocio en cuanto yo pasara por ella. Cuando le conté lo que sucedía y que quería tomarme el día libre para buscar el dueño del gato, murmuró algo como "sabía que algo así iba a pasar".
- ¿Y qué hay de mañana?
- Mañana sí, iré.
Bien, después de despedirme de mi madre, quien se despidió con menos cortesía que la que usara para responder. Encerré al gato en el ropero, para que no se escapara o se perdiera en otra parte del departamento.. El gato me lanzó un dubitativo "miau" y me miró con ojos asombrados. Yo salí a dar una vuelta con las hojas que había impreso con la foto de mi felino amigo. Apenas empecé por la primera calle y luego de entrar en una tienda cercana, mi teléfono celular - el número que puse a disposición de quienes quisieran  contactarme - empezó a sonar como un objeto diabólico. Era una señora, quien dijo que el gato se parecía mucho a su mascota de nombre Timoteo. Me contó que hacía dos días que no lo veía y ya empezaba a preguntarme como podía hacer para verlo y llevarlo de regreso a casa cuando se interrumpió abruptamente:
- ¿Timoteo? - sentí que alejaba la voz del auricular - ¿Timoteo, eres tú? ... Oh, si, gato travieso...- pensé que iba a cortar, pero luego se acordó que yo estaba al otro lado de la línea - no, descuida niña, no es mi gato, Timoteo acaba de entrar a la cocina.
Fue entonces cuando comprendí que quizás me estaba embarcando en una misión casi imposible. ¿Cómo podía encontrar al verdadero dueño de ese gato pulgoso? ¿Cómo podía confiar en que no me engañarían?
Aun así, yo no podía quedarme con ese pobre animalito, tenía que buscarle un lugar, un hogar donde lo pudieran cuidar bien.Otras llamadas parecidas se sucedieron, incluso un señor muy alterado empezó a darme un sermón en tono enojado, preguntando por qué había secuestrado a su gatito Melquiades. Yo por mi parte, ya toda una recién estrenada experta en el tema, le pregunté como era su gato y el hombre dijo, o en todo caso, escupió, que su gato era naranja, como el famoso gato Garfield, entonces supe que mi gato no era su querido Melquiades.
Cuando llegué de regreso a mi departamento y liberé al gato de su oscuro encierro, me senté a su lado preguntándome una vez más que podía hacer yo con esa criatura. Las cajas al rededor mío, denunciaban que aun me faltaba mucho por hacer para volver habitable el lugar. Afuera empezó a llover copiosa y sorpresivamente.... y de pronto, sentí que una enorme gota cayó sobre mi nuca. Yo estaba sentada sobre una de mis tantas cajas.... Me apresuré a moverla de lugar  y miré el techo. Mi departamento estaba ubicado en el último piso de ese edificio de tres niveles. En cuanto a mi techo, era una geografía accidentada de manchas de humedad. De pronto, el gato y yo tuvimos que correr, salir de la habitación  donde el techo se había convertido en un colador. Afuera en la sala, el panorama no era mejor.
- Miauuu. - dijo el gatito, pegado a mi pierna, deseoso quizás de que lo protegiera de la lluvia.
- Lo mismo digo. - contesté desesperanzada.

miércoles, 3 de abril de 2013

Julieta piensa: sobre un libro y lo que pasó con el gato (continuación de la historia de las goteras, bla, bla)

Hola amigos seguidores de este blog, espero que se encuentren bien. Hace un par de días que no tengo tiempo para sentarme a conversar con ustedes, y es que las faenas cotidianas me tienen últimamente alejada de la computadora. Pero ya les extrañaba, y vine con la intención de contarles dos cosas.
Primero que nada, contarles que terminé de leer la segunda parte o la continuación deAmar, comer, rezar, titulada en inglés Commited y lastimosamente no puedo dar una referencia positiva. Para ser sincera, no me gustó, me aburrió. Yo esperaba algo más conmovedor retomando la historia de Liz y Felipe, obligados a casarse en este libro, por motivos legales... En cambio, me encontré leyendo, sin proponermelo, una especie de enciclopedia sobre el matrimonio, y es que nuestra Liz se embarca a investigar la historia y los fundamentos del matrimonio. Por cierto, el resultado es mucha información, quizás demasiada, haciendo, para mi gusto que la historia de Liz y Felipe adquiera un segundo plano, como de relleno, cuando uno esperaría lo contrario. Bueno, esa es mi humilde opinión al respecto.
el libro de Elizabeth Gilbert,
 Para ser sincera, casi preferiría volver a leer Eat, pray, love antes que leer esta seudoenciclopedia. Esta segunda parte me dejó con las ganas.
En otro orden de cosas, sobre el gato que encontré esa primera noche en mi por entonces "nuevo" departamento, lo que hice con él fue, antes que nada, darle un poco de leche. Al principio, el gatito dudó, pero luego el hambre pudo más que el temor y se puso a ronronear mientras sorbía a lenguetazos la leche que le puse en un plato. Mientras lo hacía, le saqué unas cuantas fotos y seleccioné la mejor para hacer un cartel al estilo de "se busca", con la esperanza de encontrar a su dueño. Y sí, lo encontré, pero de eso les hablaré más adelante, de momento me despido.