miércoles, 10 de abril de 2013

Lios Shakesperianos: Los dos Hidalgos de Verona (The two gentlemen of Verona)

Volviendo por unos instantes al presente, les cuento que al fin - en medio de otras lecturas y locuras - logré terminar la segunda obra contenida en el libro Obras Completas de William Shakespeare. Estuve leyendo Los dos Hidalgos de Verona o Los dos caballeros de Verona, según quieran traducir The Two Gentlemen of Verona. 
Esta obra teatral, que según mi parecer es más conocida que Trabajos de amores perdidos, cuenta la historia de dos amigos, Proteo y Valentín, procedentes de Verona que se reencuentran en la Corte del duque de Milán. Antes de partir de su Verona natal, Proteo estaba perdidamente enamorado de Julia, quien le correspondía, en cambio Valentín desconoce aun los efectos del amor y recién es prisionero de esos sentimientos al conocer a la hija del duque de Milán. Pero ocurre que cuando Proteo se une a su amigo en la mencionada corte, este también se queda prendado de la belleza de Silvia, la hija del duque, es así como una vez más el amor es el causante de confusiones y sin sabores, es decir la fuente de todos los males. Y para complicar aun más las cosas, la novia de Proteo, Julia, también acude a la corte de Milán y es testigo del cambio producido en su Proteo.
Proteo se debate entre la fidelidad a su amigo y al viejo amor por Julia que parece desvanecerse ante la pasión que logra engendrar en el la hija del duque. La pasión parece ganarle a la cordura y parece justificar los más torcidos planes. 
Shakespeare demuestra una vez más su profundo conocimiento del alma humana y las pasiones que la dominan.Y esta obra es tan actual como atemporal, pudiendo haberse desarrollado en cualquier parte y en cualquier época, pues los seres humanos no hemos cambiado gran cosa desde la época en que la brillante pluma del dramaturgo inglés le diera nacimiento. 

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