martes, 13 de febrero de 2018

A corner of the universe (Un rincón del universo) Ann M. Martin

Hattie Owens disfruta de los veranos apacibles de Millerton, encargándose de ayudar con la bandeja de desayuno de la señorita Hagerty y otras cosas en la pensión de sus padres, tomar limonada en el porche después de la cena, ver las películas caseras que hace su padre... Pero este año, cuando está a punto de cumplir los 12, las cosas cambian. Su tio Adam regresa a casa luego de que el colegio donde viviera por tantos años cerrara sus puertas. Adam es un desconocido para ella, ni siquiera sabía  que existiera. Adam tiene 21 años de edad, pero la mente de un niño, habla demasiado rápido y tiene la habilidad de acordarse en qué día de la semana cayó cualquier fecha en el calendario que se le pregunte y una obsesiva pasión por "I love Lucy", del que se sabe todos los parlamentos, que repite a la perfección. Hattie y Adam se hacen amigos, pasando mucho tiempo juntos, visitando también la Feria de Variedades que llega al pueblo, donde Hattie también se hace amiga de una niña que forma parte del elenco de la Feria, llamada Leila. Pero en una ocasión, los tres suben juntos a la rueda de Chicago y tiene lugar un evento dramático que marcará la vida de Hattie para siempre.
Un hermoso libro del que no sabía nada y que lo leí, como suele pasar, por curiosidad. La historia se desarrolla en los años 60, pero podría haber sucedido tan sólo ayer, por más progresos que la sociedad haga y por más que se busque superar la intolerancia a las diferencias, no es extraño que ante una situación o persona que se salga del común, se lo mire como si fuera un fenómeno. "Fenómeno" así se burlaba de Adam la gente que se cruzaba en el camino con ellos. En el libro no aclara que "problema mental" tenia Adam, aunque por las características que lo describen podría pensarse que tiene autismo, y desde luego, en esa época, de costumbres rígidas, su comportamiento y la forma de reaccionar ante las cosas que pasaban era para su familia, en particular, para los abuelos de Hattie, vergonzosos. Pero Hattie comprendía o creía comprender a su tío, después de todo ella también era una especie de bicho raro entre sus pares.
Un libro hermoso. Me ganó el corazón el personaje de Adam, tan niño y tan inteligente  a la vez, alguien que "levantaba el rincón del universo" en que vivía... Y esta expresión, que se repite muchas veces en el libro, yo lo interpreto como una similitud a la sonrisa, es decir, la sonrisa te hace levantar  las comisuras de los labios, y una sonrisa tiene el efecto de alivianar todo. Esto es una interpretación personal. También podría decirse que "levantar el rincón del universo" es sinónimo de aligerar lo monótono y darle color.

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