Camille es la joven reportera de un periódico poco conocido de Chicago y como tal es enviada por su jefe a su pueblo natal para cubrir la misteriosa muerte de una niña pre-adolescente y la desaparición de otra de aproximadamente la misma edad. La difícil relación con su madre, los duros recuerdos de los momentos vividos luego de la muerte de su hermanita y sus propios demonios, por los cuales estuvo recientemente ingresada en una institución psiquiátrica (ella se escribe palabras en la piel utilizando objetos cortantes) hacen que ese regreso después de tantos años de ausencia sean poco menos que agradables. Y para nada ayuda que su madre no parezca muy feliz de recibirla... Y además está su hermana menor, una completa desconocida, un completo enigma que parece disfrutar de las atenciones de su madre mientras para el exterior demuestra otra completa y oscura personalidad. Adora y Amma son para Camille fuente de sentimientos encontrados y conflictos.Podrá Camille cumplir su misión como reportera, aun cuando la verdad parece más mostruosa que cualquier fantasiosa hipótesis y aun cuando todo parece estar demasiado vinculado a su familia... ¿Qué demonios saldrán a la luz?
Aun cuando me tomó más de lo previsto terminarlo, creo que, si hubiera tenido el tiempo suficiente, hubiera terminado este libro en apenas tres o cuatro días. Tiene un dinamismo que hace que sea imposible dejarlo de lado y los giros que va tomando el relato lo dejan a una con la sensación de haberse subido a una rueda de Chicago o una montaña rusa de velocidad vertiginosa. Literalmente te deja con la boca abierta. Este es un libro que sin lugar a dudas recomiendo a quienes disfruten de los thrillers psicológicos donde la oscuridad parece rondar como un ser vivo que quiere apoderarse y engullir todo a su paso. ¡Un libro fascinante!
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