El periodista Rick Beanblossom, tiene todo lo que un hombre puede desear. Ganador del Pulitzer, se encuentra en la cima de su carrera y está felizmente casado con una hermosa presentadora de televisión con la que tiene un hijo a punto de cumplir dos años. Rick es conocido por su apodo, "El hombre sin rostro", ya que, debido a las terribles quemaduras de napalm que desfiguraron su cara en Vietnam, se ve obligado a usar una máscara de manera permanente. Un inesperado incidente viene de pronto a alterar su vida. Durante una terrible tormenta de nieve, alguien secuestra a su hijo, imitando el modus opperandi del famoso caso de Charles Lidnbergh, el hijo del famoso piloto del mismo nombre...¿Acaso el monstruo que secuestró y mató al niño Lindbergh se llevó a su hijo? Para resolver el caso y recuperar a su hijo con vida, el reportero se ve obligado a investigar el antiguo caso, desenterrando viejas pistas a tantos años del sonado caso.
Me gustó el libro, y si bien no estoy familiarizada con el popular y conocido caso, sospecho que las pistas y conclusiones de este libro se adecuan más a su trama que lo que verdaderamente ocurrió. Debo admitir que algunos aspectos me parecieron bastante fantasiosos, pero no puedo ahondar más, no quiero dar spoilers. De todas formas, me gustó el libro, está redactado de una manera que atrapa al lector hasta la última página.
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