El mundo según Sheldon. Toni de la Torre

Desde que supe de la existencia de este libro me dio mucha curiosidad leerlo, después de todo, soy fan de la serie y especialmente de Sheldon. Por suerte, no salí defraudada, me divertí mucho con su relato acerca de las peculiares características de este personaje cuya lógica del mundo se sale totalmente de lo usual. Página tras página, el autor reivindica esas peculiaridades demostrándonos que, si se quiere, Sheldon, es más lógico que cualquiera de nosotros :)
Desde luego este libro está pensado para quienes han visto la serie y más aun para quienes son fanáticos de ella, porque de hecho todo su lenguaje no tendría sentido si no se conoce esta comedia que gira en torno a cuatro amigos científicos, los típicos nerds, es decir esos que no son precisamente el prototipo de quienes suelen ser populares, especialmente en el mundo universitario. Ellos son los científicos que más entienden de matemáticas, física y otras ciencias que de relacionarse con el sexo opuesto. Se refugian en sus juegos de rol, tienen disfraces y elementos de sus super héroes, se conocen las series de ciencia ficción al dedillo, coleccionan comics...
Quizás todos tengamos un poco de esa forma de ser, calificada de nerd que ellos tienen.y es que si entendemos mucho de su lenguaje es porque también nos gustan las mismas series y personajes, al menos en su mayoría. Y ellos enseñan que ser impopular no tiene por qué ser malo.
Sheldon en particular,  está orgulloso de ser quien es, de su elevada inteligencia... Y aunque muchos lo consideren casi un robot guiado por la lógica y no los sentimientos, no se puede decir que él sea un autómata, es un ser humano que quizás se relacione con los demás de manera especial. Pero aun así, aunque viva gobernado por rígidas reglas, demuestra su preocupación de los demás quizás en forma un tanto torpe, pero no es indiferente a quienes le rodean, y convengamos que como no puede mentir, eso lo convierte en una persona en quien se puede confiar
Resumiendo, el libro realmente me gustó, lo recomiendo, y aunque de nuevo tengo la sensación de haberme dejado muchas cosas en el tintero, prefiero que cada quien saque sus propias conclusiones, eso sí, les advierto que se les van a escapar muchas carcajadas mientras hojean estas páginas.