
Al escuchar el relato de su amigo, Daniel se da cuenta hasta que punto el pasado de este está relacionado con su propia y desconocida historia y con David Martín, un escritor a quien la cordura parece abandonarle, haciéndole ver personas que realmente no existen... ¿Pero qué tan loco está y qué sabe él Daniel?
No puedo decir más sin caer en los consabidos y odiosos spoilers, sólo puedo repetir lo que ya dije en mi reseña de los dos libros anteriores de esta saga, me perdí en el Cementerio de los Libros Olvidados, me perdí entre sus mágicos e interminables pasillos repletos de libros, por lo menos en mucho tiempo, ese lugar mágico que puede o no existir, se quedará grabado en mi memoria y en el corazón... Me equivoco, no será mucho tiempo, será siempre porque historias como estas se quedan grabadas para toda la vida.
Finalmente debo advertir que la sensación que este libro me dejó es que la historia no termina aquí... quizás recién comienza y espero alguna vez leer la continuación si es que existe o si la pluma de Carlos Ruíz Zafón se digna en escribirla. Tres libros cuya lectura debería ser obligatoria, igual que La ladrona de Libros o el Niño del pijama a rayas, por citar algunos libros que se marcan a fuego dentro de la mente del que los lee.