Leer este libro fue como subirse a una montaña rusa de emociones. Me reí bastante y también me entristecí a la par de lo que iban viviendo sus protagonistas. No lo voy a ocultar, lloré en la última parte, y en la parte anterior a la última parte también, fue una carga de muchas emociones juntas.Más que el final de una historia de amor con un triángulo amoroso muy peculiar en el medio, este fue el relato del camino al descubrimiento personal por el que tuvieron que atravesar Alba, Hugo y Nico, para descubrir cada quien su verdadero yo y que espera de la vida. Así de profundo.
En este tercer y último libro de la trilogía Mi Elección, la escritora nos permite conocer no sólo los pensamientos y sentimientos de Alba y de Hugo, sino que además le da la palabra a Nico. Es curioso como en el primer libro, él fue mi favorito y en este último casi quise quitarle del libro para darle unas cuantas cachetadas, no diré por qué...
Al empezar, Alba y Nico intentan llevar adelante una relación sin Hugo, quien se ha alejado porque simplemente no puede elegir entre el amor de su vida y su hermano que no es de sangre.... Pero Alba ¿Acaso Alba ama a Nico o es que falta alguien en esta ecuación?
Acaso puede haber un final feliz donde todos queden felices y contentos, donde no pierda ninguno de los tres... ¿O eso sólo ocurre en los cuentos de hadas? ¿Cual será la elección de Alba? ¿Y la de Hugo? ¿Y la de Nico?....
No pienso decir más so pena de revelar algún spoiler. Únicamente puedo afirmar que realmente me gustó la historia y el estilo desenfadado de su escritora que me hizo reír y también llorar. Alba, Hugo y Alba son personajes tan bien hechos y tan reales, que es imposible ser indiferentes ante ellos. A quienes les gusta el género, no puedo dejar de recomendarles la lectura de esta alocada trilogía, la van a disfrutar, les aseguro.
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| las caras que fui poniendo mientras leía |
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