
Fue como leer una novela de John Grisham con un perro involucrado íntimamente en su trama. Aquí el perro es la clave para liberar a su antiguo dueño de la cárcel, donde se encuentra hace cinco años encerrado por un crimen que no cometió. Pero esa no es más que la punta del iceberg para una serie de giros que se suceden y que hacen que el trabajo de su protagonista, el abogado Andy Carpenter, se complique a medida que investiga el caso.
La punta del iceberg que involucra a personas muy peligrosas y quizás al propio gobierno, una verdadera telaraña atada a una bomba de tiempo.
Cuando empecé a leer esta novela, no tenía idea de que la misma formaba parte de una larga serie, y que de hecho es el sexto libro de la misma. Pero no pude dejar de leerla aun bajo el riesgo de no leer las otras historias. Por suerte, son relatos independientes.
Aquí les paso el link para quienes quieran saber más de esta serie https://www.goodreads.com/series/42650-andy-carpenter
¿Quien dijo que un perro no puede ser tomado en serio en una corte? ¿Quien dijo que abogados y perros no pueden compartir una historia? Bueno, David Rosenfelt les demostrará que si es posible y que además la trama es super entretenida.
Y mientras la leía, no pude evitar pensar en mi hermana mayor, Teresa, que adora los perros, y aunque no creo que lea este libro, sé que encontraría entrañables a algunos de sus personajes.