"Lo esencial es invisible a los ojos" - El Principito. Antoine de Saint Exupery.Ambrose Young era hermoso. Era alto y musculoso, con el cabello que le llegaba hasta el hombro y unos ojos que quemaban atravesándote con la mirada. Poseía la clase de belleza masculina que puede apreciarse en las tapas de las novelas románticas, y Fern Taylor lo sabía muy bien, puesto que había devorado cientos de ellas. Pero luego el destino le jugó una mala pasada al chico popular de la escuela, borrando su belleza externa para siempre, mientras que el patito feo que era Fern se transformaba en hermoso cisne.
Podría pensarse que esta es la típica historia de romance adolescente donde la chica invisible se enamora del chico popular de la escuela, mientras que este la ignora por completo. Pero de ninguna manera es así, en especial luego de que las jóvenes vidas de estos personajes y de sus amigos más cercanos se vieran golpeadas por los aviones chocando contra las Torres Gemelas el 11 de diciembre del 2001.
Más que una enternecedora, conmovedora y profunda historia de amor y de amistad, esta novela es una verdadera fuente de enseñanza, que demuestra a cada paso que la verdadera belleza es ajena a los ojos, y hay que verla con el corazón, tal como nos enseñara el Principito.
Me conmovió como hace tiempo no lo hacía un libro y lloré mucho, a lágrima viva. Esta es una de esas historias que se quedan contigo por mucho tiempo.
No quisiera entrar en detalles que arruinen el deleite de quien decida leer este libro, sólo quiero agregar que la historia de Fern, de Ambrose, Bailey y sus amigos es un libro que necesariamente requiere una caja de pañuelos desechables al lado, porque en algún momento lo van a necesitar si deciden perderse entre sus páginas.
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