martes, 4 de junio de 2013

El peluquero francés. Guido Rodríguez Alcalá

Creo que esta es la primera novela paraguaya que reseño en mi blog y no es por menospreciar la Literatura nacional, sino que simplemente estaba ocupada leyendo otras cosas, y debo decirlo, para mi sorpresa, disfruté de la experiencia.
De un estilo un tanto confuso al saltar de un hecho a otro sin pausas, su lectura no fue por ese motivo menos entretenida, en ese sentido, a mi humilde parecer, la novela daba para un formato más extendido. 
 Las intrigas, pasiones, paredes que escuchan y gobernantes que todo lo saben de sus gobernados, incluso sus actividades más íntimas se entremezclan en esta novela para crear un ambiente casi febril  con personajes históricos convertidos en leyenda y hechos que forman parte de nuestra historia nacional. Los hechos novelados encajan a la perfección con la historia conocida, haciendo de este relato algo que realmente pudo haber sucedido, y eso no es de extrañar si se considera que su autor, Guido Rodríguez Alcalá no es sólo un escritor prolífico sino un serio historiador e investigador.
Guido Rodríguez Alcalá toma de nuestra historia dos personajes muy controvertidos, amados y odiados con la misma pasión, el Mcal. Francisco Solano López  y Elisa Alicia Lynch, durante el gobierno de Carlos Antonio López., y los convierte en personas de carne y huesos, imperfectos, dominados por sus pasiones. 
Los López, la familia gobernante, manejaba el país como si fuera la extensión de su casa, sabían todo lo que pasaba en la sociedad. El Mcal. López es retratado aquí como un don juan que no conoce la palabra "no", y que se cree con derecho sobre todas las mujeres paraguayas, y en eso encuentra a Pancha Garmendia, quien lo rechaza, algo casi suicida..
Madame Lynch, era "la inglesa", odiada por la sociedad, en particular por don Carlos, quien no veía con buenos ojos la relación de su hijo favorito y futuro presidente de la República con una mujer aun casada. En consecuencia, todos los paraguayos y en particular los asuncenos odiaban a la que consideraban la prostituta del "generalito", como llamaban sus detractores a Francisco (Pancho) López. Ella había llegado a un país desconocido con un hijo en brazos, esperando convertirse en la esposa del hombre más poderoso del país, pero viviendo en nuestra tierra se sintió defraudada y prisionera, y encontró luego un confidente y amigo en el peluquero francés, Jules Berny...
No voy a contar más de la trama de esta novela interesante, eso sí, quiero destacar algo que llamó mi atención, algo que desconocía. Según se lee en sus páginas, Francisco Solano López no era realmente hijo de Carlos Antonio López sino el fruto de la relación de don Lázaro Rojas, hombre acaudalado y dueño de una cuantiosa fortuna con su sobrina Juana Pabla Carrillo, quien a través de un contrato firmado con dos días de anticipación al nacimiento de quien fuera nuestro primer Mariscal, hizo que López lo anotara como suyo a cambio de una fortuna que no tenía, y a la cual luego fuera heredero "Pancho". 
Personalmente, para mí fue una sorpresa leer esta revelación. Desconozco la fuente de donde el escritor ha encontrado este "trapo sucio", pero sabiendo de su talla de historiador supongo que no se trata de una simple libertad literaria. Claro, eso nunca nos enseñaron en el colegio, los libros de Historia que leímos entonces eran tan escuetos que casi todo lo que se refiere a estos personajes  como humanos es una novedad.

2 comentarios:

  1. muy bueno el comentario , en varios escritores encontramos los trapos sucios de los López y de los Rojas de Aranda....ver el libro de Bray: Solano López, soldado de la gloria y del infortunio...

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    1. Gracias por el comentario. Siempre resulta interesante leer esos retazos de nuestra historia que no nos enseñaron en la escuela o el colegio y este libro, aunque novelado tiene eso.
      Esos libros que mencionas tambien deben ser interesantes

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